sábado, 25 de octubre de 2008

Villano # 12: Travis Bickle


Título Original: Taxi Driver.
Actor: Robert De Niro.
Año: 1976.

“Escucha, tú malparido, tú *screwhead*. Aquí esta un hombre que no lo aguantará más” es el desafío de Travis hacia la Ciudad, “Un hombre que se levanta contra la escoria, las putas, los perros, la inmundicia, la mierda”. Frustrado, moralista, con ideas redentoras en la cabeza y ánimos de venganza, Travis es aquel personaje raro que muchas veces has visto, haciendo cosas aún más raras, en la calle y te a parecido que es un tipo de cuidado, sólo que esta vez tuviste razón.

Este villano es especialmente problemático, porque con él nos encontramos a un malo plenamente convencido que es el bueno de la película, y la película le concede, de hecho, este honor. Este anti-héroe recorre las calles de día o de noche, en su taxi o a pie, presa de un insomnio que lo consume y el permanentemente desagrado de lo que ve. En sus propias palabras, termina teniendo una idea de que él debe ser la lluvia, pero una lluvia tal que limpie de una vez y por todas, la suciedad de las aceras. Poco a poco se va haciendo más violento, más solitario y más escalofriante, siendo sus extraños peinados la muestra más visible de estos cambios. Y como es lógico termina en un sangriento delirio de satisfacción por su victoria contra los “sucios”, y en un puesto en nuestra lista.

Robert de Niro encarna a este solitario excombatiente de una manera muy particular. Sus intenciones de identificarse con el personaje fueron tales que trabajó como taxista unas 4 semanas antes de la filmación. También agregó nuevos elementos al personaje, como el peinado de cresta que luce hacia el final del filme. Por esta actuación fue nominado al Oscar al Mejor Actor y a los Globo de Oro al Mejor Actor en Película Dramática, pero perdió ambas; ganando en su lugar el premio de la Sociedad de Críticos de Nueva York. Es algo contradictorio que el film sea tan alabado, pero que el personaje que lleva la acción y aparece en todas las escenas haya tenido tan poco reconocimiento. Lástima Robert, no se es monedita de oro para gustarle a todo el mundo…

Aquí les adjunto la famosa escena de "¿Estás hablando conmigo?".

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