martes, 7 de octubre de 2008

Dracula: Terror de Transilvania


Título Origninal: Dracula.
País: EEUU.
Año: 1931.
Género: Terror.
Duración: 75 min.
Estudio: Universal Pictures.
Director: Tod Browning.
Ficha: http://spanish.imdb.com/title/tt0021814/

Si yo fuese rumano probablemente vomitaría al oír la palabra “vampiro”. ¡Pobre gente, lo que tienen que aguantar gracias al cine, demás medios de comunicación masiva y variedad de “wannabees”! Y es que es terrible que lo que todo el mundo recuerda de tu país sean un montón de pueblerinos ignorantes que advierten a los ingenuos viajeros de los peligros nocturnos, mientras viajan en una triste carreta a través de caminos delgados en escarpadas montañas; o castillos ruinosos, cuyo recuerdo atemoriza a los pobladores vecinos, donde habitan bien vestidos y seductores (además de longevos y bien conservados) “chupadores de sangre”, muy aburridos en medio de tanto polvo; o inclusive que “Transilvania” sea el hogar natal de cuantos “freaks” y “queers” han salido a la luz en este mundo. ¡¡¡No debe de haber en el planeta algún mortal que no conozca a Drácula, pero ninguno de ellos han leído el mal nacido libro para aparentar un poco de cultura!!!

(Volviendo a la cordura) si los alemanes llevaron a Drácula (Nosferatu) al cine por primera vez, los norteamericanos lo inmortalizaron, en el cuerpo nada repulsivo, más bien seductor, delgado y taciturno de Bela Lugosi. Y hay tanta verdad en estas palabras que el resto de la carrera de Lugosi consistió en interpretar una y otra vez a su personaje… La película de 1931 nos muestras al Drácula que todos queremos: galante enfundado en su larga y negra capa, levantando amenazadoramente sus manos (bien cuidadas) mientras muestra unos diminutos pero eficientes colmillos. Tiene, además, otro mérito: ser la primera adaptación sonora del libro de Bram Stoker y de traernos elementos muy conocidos, como las “vampiresas” o los cambios humano-murciélago de estas criaturas, ausentes en la versión alemana de la historia.

En cierta forma, Drácula es una especie de mundo al revés, es como nuestro opuesto: en vez de vivir de día, sale de noche, y en lugar de darle asco nuestros más comunes miedos, como las ratas y los insectos, convive con ellos, es decir, hace normalmente lo que vemos anormal. No huye, como el tierno Nosferatu, sino que como una araña trama y espera a que caigan sus víctimas. Quizás sea eso la fuente de su poder fascinador: no es lo suficientemente “diferente” a nosotros como para rechazarlo, pero si muy “distinto” como para no poder convivir con él, de tal forma que siempre por muy conocido mantendrá un halo de inaccesibilidad… para los que rellenan de misticismo palabras vacías claro.

PS: es interesante, pero Stoker escribió la mentira más falsificada que conocemos… y todo tratando de competir con el hombre lobo de sus tiempos…

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