sábado, 12 de febrero de 2011

Película Nro. 3: "Now Voyager".

Now Voyager Collage para enamorarse

Título Original: Now Voyager.
País: EEUU.
Año: 1942.
Género: Drama.
Duración: 117 min.
Director: Irving Rapper.
Ficha: http://www.imdb.com/title/tt0035140/

Pareja: Jerry Durrance (Paul Henreid) y Charlotte Vale (Bette Davis).

No recuerdo bien pero creo que esta fue la tercera película con Bette Davis que vi. Las dos primeras me gustaron, pero esta hizo de mí un fanático. Nunca más pude ver el nombre de la actriz con indiferencia y para que quede en los anales de la historia, este blog, en su orígenes, estaba dedicado sólo a ella. Muy pocos de nosotros la conocemos, y creo que es muy poco recordada fuera del EEUU, pero ella es "la" estrella que brilla sobre los tejados de los estudios californianos. Ya no es necesario explicar cuanto me gustó la película.

Ahora bien, en todo amor nunca puede faltar la de la madre de él o de ella o de ambos. Todos tenemos una y en la mayoría de los casos nos duran más que nuestros padres. También suelen marcar mucho más nuestras vidas. Y por mucho que las amemos, nos sentimos en desventaja frente a ellas, porque siempre dirán que nos dieron la vida y nosotros que nunca pedimos que nos la dieran. Esta es exactamente la situación aquí, sólo que llevada al extremo en que la madre anula a su hija, y sus manifestaciones de amor se convierten en tiranía: porque las madres tienen dos componentes, mientras nos miman o mientras nos corrigen, y en este caso se exacerba el segundo. ¿Pero qué atractivo, pueden preguntar, puede tener la historia de una mujer sometida por su madre? Esta es una visión que no calza mucho en nuestra mentalidad: crecemos odiando a los sometidos y a medida que crecemos es una demostración de adultez no ser controlados por ninguno de nuestros padres. Bien, de todo hay en el mundo y dependiendo del temperamento o la inteligencia de ciertas madres, nuestra tan cacareada "independencia" pos 18 años sin mucho esfuerzo puede ser un mero cuento. Recuerden que las madres nunca pierden y menos delante de sus hijos, porque señores tenemos que admitir que se las saben todas. Y para hacer la historia un poco más familiar, a falta de una madre controladora bien puede haber una novia cuaima, es la misma naturaleza.

Pero de las madres no es lo único de lo que quería hablar, sino de la asombrosa demostración de fuerza que demuestra a veces el ser humano: pese a ser anulada como persona y haberse convertido en una tía solterona (lo único más malo que esto para una mujer es la frigidez, en un mundo donde es demasiado importante tener una pareja), Charlotte Vale encuentra un salvavidas, y casi de inmediato vuelve a ser una mujer de carne y hueso. Y como es de esperarse, sale a recorrer ese mundo del que tanto tiempo se ha perdido. No tarda en encontrar a un hombre apuesto y atento, Jerry Durrance; y no es ninguna sorpresa que sea así. Una buena forma de medir si un hombre es fiel, es buscando uno casado que tenga una hija: dependiendo de si es desvivido en atenciones con la pequeña, probablemente será un hombre fiel (aunque esto no asegura que sea un buen esposo, por lo cual se deben tomar las cosas con cuidado). ¿Dije casado? Sí que lo dije, bueno ya se imaginar por qué nuestra Charlotte no puede ser feliz con el primer hombre del que se enamora, y su solución para las cosas es bastante sabia: nunca más nos volveremos a ver a penas me suba en ese avión (con lo que se confirma mi teoría de los aviones y las películas).

Por supuesto que la madre regresa, porque las madres son nuestro primer matrimonio, pero en este caso no hay divorcio posible, sino hasta que la muerte nos separe. Por segunda vez Charlotte necesita ayuda, sólo que esta vez encontrará a alguien que se está en su misma condición pero muchos años más joven: la pequeña niña Tina, a la cual tomará bajo su cuidado y se divertirá con ella como pocas veces ambas han tenido la oportunidad de divertirse. La recuperación de ambas se acelera, pero para estar recobradas por completo necesitan de la ausencia de ciertas personas y el regreso de otras.

Esto fue bastante corto y divertido, conmovedor la mayoría de las veces. ¿Podríamos esperar más de sólo 14 películas para enamorarse? Hay un peligro latente en exigir demasiado. Entramos finalmente en nuestro top 3, si no te enamoras ahora, pierde cuidado, al fin y al cabo Jerry, para qué pedir la Luna si tenemos las Estrellas...

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